Publicado el 11/01/2025
Mi propósito de vida es claro: al final de mis días, quiero haber dejado una huella profunda a través de una gran transformación social. Mi anhelo es ser recordado como alguien que siempre estuvo dispuesto a ayudar a los demás, como un luchador que no se rindió ante las adversidades y que dedicó su vida a causas justas. Quiero que me recuerden como una persona revolucionaria, que desafió las normas establecidas para generar un cambio real, sin temor a las dificultades.
Me esfuerzo por ser inteligente y perspicaz, buscando siempre la manera de comprender y abordar los problemas de forma efectiva. Mi sensibilidad y espiritualidad me permiten conectar profundamente con las personas, reconociendo sus necesidades y aspiraciones, y trabajando desde un lugar de empatía y compasión.
Quiero honrar a las personas que me han ayudado, a quienes han estado conmigo, y también a la memoria de mis antepasados, y lo quiero hacer mediante los hechos que construyan un mundo mejor.
Este propósito no solo está relacionado con logros tangibles, sino también con el legado de haber inspirado a otros a seguir un camino de transformación, lucha y justicia. Quiero que mi vida sea una prueba de que la verdadera grandeza radica en el impacto positivo que dejamos en los demás y en el mundo, y que ese cambio perdura más allá de nuestra existencia física.